Se inspira en la técnica tradicional de construcción de muros de piedra seca, por lo que el turrón se compone de pequeñas “piedras” de chocolate a la piedra, recubiertas de cacao en polvo, un aspecto que recuerda a un muro de piedra seca.
Con el lema “Un bocado de historia en cada trozo”, el objetivo del turrón es casar la gastronomía y el producto artesano y de calidad con la conservación del patrimonio rural, por lo que parte de los beneficios de su venta van dirigidas a la restauración y recuperación de construcciones tradicionales realizadas con la técnica de piedra seca.
Puede contener trazas de frutos secos, cacahuete, productos lácteos y huevos
Conservar en sitio fresco y seco. Evitar exposición solar.